Tras tu largo recorrido por el emisario subespacial, al fin llegarás a El gran laberinto. Es una enorme región creada por el último jefe. ¡Complétala y habrás terminado toda la aventura! Es el enclave último y definitivo.

A medida que te adentres por las diversas zonas de esta fase, te enfrentarás a varios jefes y a las versiones oscuras de ciertos personajes.

Haz una pausa en El gran laberinto para ver el mapa.

Las luces parpadeantes que se ven en el mapa, rosas o amarillas, son puntos de guardado.

Hay cuatro luces rosas y cinco amarillas. Todas son de suma importancia, pues te servirán como bases de operaciones.

Si pasas por esta puerta, accederás a un punto de guardado.

Esto es un punto de guardado.

Aquí repondrás tu energía y, si te sitúas justo encima del logotipo de Smash Bros., podrás guardar la partida, organizar tus pegatinas o seleccionar diferentes personajes.

Los portales dimensionales a ambos lados te permitirán trasladarte a otros puntos de guardado rosas, situados en las zonas superior derecha, inferior derecha, superior izquierda e inferior izquierda del mapa. No se mostrarán ni la zona donde te encuentres actualmente ni cualquier otra zona que aún no hayas visitado.

También puedes ir directamente al logotipo de Smash Bros. que hay en el centro para teletransportarte.

Tal como lo ves aquí.

Pero atención: no puedes usar los puntos de guardado amarillos para teletransportarte.

Ni siquiera podrás escoger la opción "Volver al mapa".

Cuando entres a El gran laberinto por primera vez, el mapa no estará visible en su totalidad; tendrás que ir explorándolo para que se vaya completando. Por ello, a veces puede que no sepas dónde estará tu próximo enemigo.

Pero no te comas mucho la cabeza con estas cosas y sigue avanzando. Una vez que hayas examinado un lugar, la posición de los enemigos que se encuentran allí debería volverse visible.

¡Ahí están!

Tendrás que derrotar a todos y cada uno de estos enemigos para acceder a la puerta final que se encuentra en el centro del mapa.

Si vas allí, encontrarás por fin al último jefe. ¡Que se te dé bien!